En esta ocasión, podríamos cambiar el nombre de senderismo por rafftin en la falda de una montaña, pues es como se llamaría a lo que hicimos este día.
Teníamos el permiso concedido y no híbamos a desaprobecharlo, así que nos pusimos la ropa impermeable y comenzamos la ascensión.
Jamas nos había llovido tanto, y de una forma tan fuerte y constante durante toda la subida y bajada.
Tan solo nos dio tregua (que es de agradecer) cuando llegamos a los coches y nos cambiamos de ropa.
Además de lluvia , cuando hicimos sima nos granizo para mas inri y ni siquiera pudimos hacernos una sola foto.
En fin, un cúmulo de problemas que supimos olvidar en el momento en que nos secamos y dimos buena cuenta del almuerzo que teníamos preparado en la venta del Río Majaceite.
