
Me había pasado toda la noche sin pegar ojo de los nervios que suponía este gran reto para mi. La mañana de la prueba me levanté a las 6.00 a.m. desayuné lo de costumbre y fue al w.c. a descargar lastre, prepare mi mochila con agua isotónica, un bote de almendras y otro de pasas , además de geles. Con todo, nos fuimos Jose María y yo para el polideportivo de Guillena y una vez allí nos encontraríamos con José Luis, mis amigos de fatiga.
Llegamos con bastante tiempo de antelación, para ver el ambiente que se respiraba. Los nervios fueron pasándose y se contagiaba las ganas de empezar. Antes de comenzar la carrera, el speaker bastante eufórico, comunicó que se trataba de una carrera no competitiva y que no hacía falta discutir por colocarse al principio de los 300 valientes participantes.
A las 8.00 comenzó la carrera, aun no había amanecido y el primer tramo era en un entorno espectacular, junto al pantano de Guillena, con unas vistas únicas.
Hasta la Cantina en el km 19 aproximadamente no estaba el primer avituallamiento, consistía en barritas energéticas, chocolate y algo de fruta, aprovechamos para rellenar los botes de agua.



Yo ya no veía a mis compañeros, pensé que me había descolgado y no los vería mas, mi sorpresa fue que estaban esperándome en el avituallamiento, casi me lo paso, pero me avisaron a tiempo. En este punto comí fruta, mas bien la engullí, un par de coca colas y me tome otro gel.Mis compañeros llevaban rato esperándome y no querían enfriarse con lo que apenas descanse y salimos pitando hacia el camino de vuelta. Ahora tocaba bajar de Castilblanco hacia Guillena por la Ruta de Santiago, por un camino donde solo podía ir un corredor porque era muy estrecho y todo cuesta abajo, era como ir por el cauce de un río seco y con muchas raíces de arboles que dificultaban la pisada, teníamos que tener cuidado porque era fácil caerse.

Cuando por fin llegamos al polideportivo de Guillena, nos esperaban como auténticos ganadores, nos recibieron entre aplausos y palabras de ánimos del speaker, personalizadas, ya que nos nombraban por nuestros nombres y eso hizo que se me saltaran las lágrimas de la emisión, además nos subieron al escenario para darnos las estatuillas como si realmente fuéramos los ganadores, aunque en cierta forma lo eramos, fue una pasada.
No había clasificación y los tiempos que hicimos fueron estos:
Jose María 5h. 45 min.
Jose Luis 5h. 50 min.
Jose Antonio 6h. 00 min
Después nos invitaron a comer fidehua con cervecita, camiseta de regalo y estatuilla y lo mejor recordar para siempre la experiencia vivida junto a mis compañeros de fatiga, que ya son unas cuantas carreras, esperemos estar en la próxima Turdetania para disfrutarla tanto o mas que esta.
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Yo también estuve allí y fue una prueba para no olvidar, Felicidades por acabarla, no es fácil.
ResponderEliminarFantastica cronica, fue duro pero merecio la pena, esa llegada a meta es inolvidable, como autenticos campeones.......
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